miércoles, 26 de agosto de 2015

SEDUCIDA: CAPITULO 28





–¿Quieres que vaya a la fiesta de tus padres?


Pedro había pensado que no mostraría ningún entusiasmo.


–Claro que sí.


–En casa de tus padres.


–Ese es el plan.


Quería que conociese a sus padres para demostrarle que no eran los ogros que ella parecía creer.


–¿Has aceptado sin contar conmigo?


La hija de la empleada con los amigos de la familia Alfonso.


No lo había dicho en voz alta, pero Pedro casi oyó esas palabras.


–Te estoy pidiendo que vengas. Mis padres son lo que son, pero son mis padres.


Sin embargo, quería que ella los aceptara y hasta ese momento no se había dado cuenta de lo importante que era.


–Tú eres parte de mi vida –Pedro le puso las manos en los hombros– una buena parte. Y quiero que vayas.


Paula parpadeó


–No sabría cómo… hacer el papel.


–No tienes que hacer ningún papel, sé tú misma. Si quieres, podemos comprar un vestido…


–¿Qué le pasa a mi ropa?


–No, nada. Pensé que te gustaría ponerte algo nuevo.


–No veo por qué.


–Muy bien –Pedro metió las manos en los bolsillos del pantalón. Aquello estaba siendo más difícil que una excavación.


Paula dejó escapar un resignado suspiro.


–¿Qué tipo de ropa debo llevar, un vestido largo?


Pedro no lo había pensado. ¿Las mujeres no sabían instintivamente qué ponerse para esa clase de eventos?


–Algo con lo que te sientas cómoda. Aunque tal vez podrías dejar las botas y la cazadora en casa.


–Y seguro que alguien podrá prestarme una tiara, perdí la mía en el último baile.


Pedro se inclinó hacia delante para envolverla en sus brazos.


–No creo que eso sea necesario, pero me gustaría mucho verte con un vestido y tacones de aguja como los que llevabas el otro día, pero la decisión es tuya. Estás guapa con cualquier cosa.


–Veremos los que puedo hacer –dijo ella, con voz ronca–. ¿De qué color debo llevar la ropa interior?


Él esbozó una sonrisa.


–Sorpréndeme.


–Muy bien, creo que podre hacerlo.







No hay comentarios.:

Publicar un comentario